Los 7 perfiles de reclutadores más cliché del momento en LinkedIn

¡Bienvenido al gran safari de LinkedIn!

Aquí no hay leones ni elefantes, pero sí una fauna muy particular del mundo de los RR. HH.: los reclutadores.
Cada día publican, comentan, cazan… a veces para lo mejor, y otras, para lo peor.

Aquí tienes nuestra pequeña guía de observación (mitad cliché, mitad realidad) de las 7 especies de reclutadores que seguramente te cruzas todos los días en tu feed.

¡Saca los prismáticos, empieza la inmersión en la jungla 100 % LinkedIn!

1) El reclutador metaforista

Este es el Sócrates versión RR. HH.: cada anécdota de su vida diaria se convierte en un post profundo sobre “el sentido del oficio”, o en una gran lección aplicable a su actividad de reclutamiento.

¿Se va de excursión con amigos? Lo convierte en una metáfora sobre la búsqueda de talentos.

¿Pierde el tren? De ahí saca una lección de resiliencia gerencial.

¿Come una pizza de cuatro quesos…? Y eso se convierte en una reflexión sobre el arte del onboarding.

Cómo reconocerlo al instante: empieza su post con “Este fin de semana cociné un risotto. Y entendí algo fundamental.”

2) El reclutador de consultora old school

Él es el dinosaurio de la profesión, fiel a sus viejos métodos. Foto de perfil corporativa, jerga de RR. HH., mensajes rígidos… todavía se siente el olor del fax en sus publicaciones.

 

Habla de “headhunting” como si fuera una operación comando y solo tutea a los candidatos y clientes que conoce desde hace 15 años. Sin storytelling, sin emojis: aquí todo es serio. Eso sí, cumple con su trabajo, con rigor, desde 1998.

 

Cómo reconocerlo al instante: empieza todos sus posts con “Querida red,”… y los termina con “quedo a su disposición”.

 

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3) La reclutadora lifestyle

Técnicamente, se dedica al reclutamiento. Pero en su LinkedIn lo que más se ve es su nuevo bolso, su último brunch, o su coworking sacado de un catálogo de decoración.

 

Cada publicación está perfectamente encuadrada, con filtro, look cuidado y manicura impecable. ¿Es reclutadora o creadora de contenido? La frontera es difusa… pero algo es seguro: sus posts arrasan.

 

Cómo reconocerla al instante: su publicación sobre “la escucha activa” está ilustrada con una foto suya en una terraza, gafas de sol y un matcha en la mano.

 

4) El reclutador submarino

Nunca publica. Nunca comenta. Nunca da like. Ni siquiera tiene foto de perfil. Pero está ahí. Agazapado en la sombra. Observa a los candidatos en silencio… y de repente aparece en tus DMs con un mensaje perfectamente calibrado y una “oportunidad que no puedes dejar pasar”.

 

Su terreno de juego es la mensajería privada. No hace ruido, pero es tremendamente eficaz.

 

Cómo reconocerlo al instante: es invisible en tu feed, pero siempre aparece en tus notificaciones de “Quién ha visto tu perfil”.

 

5) El reclutador indie-nómada

Es freelance, a veces en colectivo, a veces en RPO… y CEO de su propia marca personal. Pero sobre todo es “ciudadano del mundo”: un día en una cafetería en Lisboa, al siguiente en un rooftop en Barcelona, y la semana siguiente en una playa de Bali.

 

Predica la flexibilidad, el equilibrio vida personal / vida profesional, y nunca pierde ocasión de recordar que dejó el empleo tradicional para “vivir bajo sus propias reglas”. Comparte tips, hacks, procesos, incluso balances trimestrales. Quiere “reinventar la experiencia de reclutamiento”, y para eso siempre están Notion, Zapier y un buen personal branding.

 

Cómo reconocerlo al instante: su foto de perfil es frente a un atardecer, y termina todos sus posts con “Let’s talk 🤝”.

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6) El reclutador militante

Él recluta… pero no de cualquier manera. Inclusión, paridad, diversidad, igualdad de oportunidades: cada publicación es un manifiesto. Nunca comparte una oferta sin precisar que está “abierta a todos los perfiles” y lucha por procesos más justos, más transparentes, más humanos.

 

A veces un poco sermoneador, a menudo apasionado, convierte su feed de LinkedIn en una mini tribuna de RR. HH. Es sincero, comprometido, necesario… pero hay que admitirlo, un poco cansino.

 

Cómo reconocerlo al instante: termina sus publicaciones con un llamado a “mover las líneas”.

7) El reclutador IA

Descubrió ChatGPT… y nunca volvió a escribir una línea por sí mismo. Posts, comentarios, mensajes: todo generado automáticamente.

 

¿El resultado? Publicaciones bien estructuradas, llenas de buenas intenciones… pero que suenan todas iguales. Con demasiados emojis, guiones por todas partes, y ese tono LinkedIn inconfundible.

 

Cómo reconocerlo al instante: deja comentarios tipo “Muy inspirador, gracias por compartir 🙏” debajo de posts que hablan de despidos.

Con esto, el safari ha terminado. La galería de retratos sigue abierta, así que si tienes en mente otros especímenes, no dudes en proponérnoslos. Y si has reconocido a un colega… o a ti mismo, prometido, no juzgamos. Menos mal que estáis ahí para darle sabor a nuestras pausas de scroll.